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EL FIAT(SÍ) DE MARÍA

  • Foto del escritor: Cristhian Jumbo
    Cristhian Jumbo
  • 12 dic 2018
  • 3 Min. de lectura

Ciertamente aquí tenemos un grupo muy variado de personas que tienen de seguro un PENSAMIENTO distinto de la vida, creen distinto, y otros no creerán por diversas razones, sin embargo, hoy quiero hablar de ese FIAT DE MARÌA, más allá de la figura de fe que ella representa para los católicos. El “SI” de María me trastoca cuando lo comparo con la realidad actual, cuando pienso en las características fundamentales de esa respuesta. Ese sí estuvo cargado de riesgo, María era consciente de la consecuencia de responder que sí, sabía lo que vendría sobre sus espaldas, sabía del juicio que le harían, sabía del repudio de José y sin embargo aceptó, es una respuesta consiente, es una respuesta pensada, si nos detenemos a revisar las respuestas de esta nueva sociedad descubriremos sin duda que se volvieron inmediatas, poco pensadas, y cuando sienten el peso de las consecuencias de aquella respuesta se ven tentados a cambiarla. Nada prevalece porque dura hasta que llega el temor de permanecer.


Estamos en un mundo donde las respuestas se volvieron demasiado rápidas, prácticas, pero eso sí, demasiado pensadas si tienen que ver con Dios, se evitan los riesgos para con Dios, pero sin embargo se toman miles en un solo día: subirte al taxi, invertir en un negocio, casarte, enamorarte, comerte esto o aquello, auto medicarte etc... Estamos en una sociedad donde me arriesgo por todo y a la vez no corremos el único riesgo sano, creer en Cristo. Estamos en una nueva situación de vida donde los “si” no permanecen, son cambiados con facilidad, hoy le dices “si” a alguien y luego te tiras para atrás.


Las respuestas duran lo que duran nuestros intereses. Vivimos en un tiempo de descartes (lo que ya no me es útil lo descarto) por eso nuestro sí sobre alguien permanece en cuanto permanezca viva la utilidad que me brindaba y mientras siga conviniéndome aquella respuesta. "Entonces se vuelve vieja aquella mujer que me robaba la atención con su hermoso cuerpo y la cambio, pues ya no es útil, ya apareció una mejor versión de mujer". Nuestros "sí" son inconsistentes mientras que el de María permanece, aunque José dude de ella, aunque tenga que caminar hacia el calvario con su hijo, sigue permaneciendo, porque María sabe volver sobre su "sí" sobre su opción de aquel día.


Pero qué triste descubrir que nos volvemos incapaces de retomar nuestras opciones y aquella respuesta de un día queda en el olvido. Ya nadie vuelve a sus opciones, a su si de una vez, las parejas lo pierden de vista, los estudiantes lo pierden de vista, los sacerdotes lo pierden de vista, nadie vuelve a aterrizar en sus respuestas. Aquellos maestros que respondieron con un “sí” a la educación, matrimonios que se juraron amor eterno, sacerdotes que dijeron un "sí" rotundo a Cristo, tantas opciones que hemos tomado voluntariamente, pero la rutina y el pasar del tiempo lo modificaron y aquel maestro se relajó en sus clases, aquel sacerdote descuidó su vocación, aquel matrimonio permitió que la rutina lo exterminara.


Se dan cuenta, ahora es más fácil renunciar a mi opción que retomarla. Es más fácil acobardarme que proponerme continuar.


El "sí" de María va más allá de ser una simple respuesta. Es respuesta que se retoma diariamente, es un sí que toca todos los días de María, incluso cuando ve flagelar a su niño Jesús, un "sí" que la acompaña hasta en la crucifixión de su bebe. Para María su “sí” no tiene condiciones, en cambio los nuestros siempre poseen condicionamiento “yo te amo, pero…”, “si, pero…” “acepto, pero…” siempre estamos tratando de asegurarnos en nuestras respuestas, intentamos hacer prevalecer nuestros intereses y procuramos no salir afectados, como si Dios fuera nuestro peor enemigo.


Creo que la respuesta de María es una invitación a ser consistentes en nuestras respuestas, a volver sobre nuestras opciones, a correr el riesgo por su Hijo teniendo la certeza que no nos fallará, que ese “Dios está contigo” es una afirmación real. Pienso queridos amigos que este modelo de mujer nos invita a descartar tantos condicionamientos que ponemos al amor y nos propone hacer durar más allá del sentimiento, emoción o la pasión, nuestro sí de algún día.

EL FIAT(SÍ) DE MARÍA
El "sí" de María

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